Seguidores

lunes, 5 de marzo de 2012

LA ANGUSTIA

La angustia. La angustia y la preocupación son gemelas inseparables. Hay cosas peores, pero la angustia y la preocupación son unos problemas que acechan a gran numero de personas. Entre la angustia y el miedo existe una estrecha relación. La angustia es el sentimiento que experimentamos cuando sin motivo nos preocupamos en exceso por la posibilidad de que en el futuro nos ocurra algo temido sobre lo que no tenemos control y que, en caso de que sucediera consideraríamos "terrible" o haría que nos consideráramos personas totalmente inútiles. También se puede definir la angustia como un sentimiento de amenaza cuya causa es por el momento desconocida pero que puede aparecer en el momento en que menos lo esperamos y revelar a todos sin excepción que somos unos incompetentes o personas totalmente ridículas. La angustia que experimentamos no siempre es producto de los pensamientos de autodesprecio ante la posibilidad de algún fallo o debilidad personal que pudiera hacerse público. Una segunda forma de angustia proviene de una manera de pensar común a muchas personas, de hecho, a la mayoría, y que recibe el nombre de "baja tolerancia a la frustración", o BTF. La idea básica que sustenta dicha BTF es: "La vida debería ser fácil y transcurrir por donde quiero sin demasiados problemas y molestias; y si no es así, es horrible y no puedo soportarlo." Si acepta esta idea, se encontrará cogido en la "trampa de la comodidad". Algunas variaciones típicas son: "debo sentirme bien", "No debo sentirme angustiado", "Debo ser frío, mantener la calma y el sosiego". Con estas ideas, y dado que lo más probable es que nos empecemos a sentir mal en el mismo momento en que nos entreguemos a este tipo de pensamientos, lo normal será que suframos un ataque de angustia. Se puede llegar a sentir angustia por miedo a sentir angustia. La angustia es un círculo vicioso. Una vez que se ha experimentado la angustia "sin razón alguna", aparece una actitud angustiada ante la perspectiva de sentir angustia. Aparecen pensamientos del tipo de "sería horrible si empezara a sentirme angustiado". Pensar de ese modo nos provoca la angustia. Inmediatamente, notamos la angustia y pensamos algo así como "es terrible, me estoy angustiando". Esto lleva a incrementar la angustia, que a su vez nos hace pensar cosas tales como "Estoy perdiendo el control. ¿Y si me desmayo (o me coge un ataque de pánico, o cometo una locura, o me da un ataque al corazón)? Sería terrible." La angustia crece por momentos y nos conduce a pensamientos cada vez más angustiantes. El proceso se desarrolla con gran rapidez y de lo único que somos conscientes es de un progresivo sentimiento de pánico. Además, a muchas personas les ocurre que "respiran excesivamente" cuando sienten angustia, lo que las conduce a inspirar un exceso de oxígeno y, paradójicamente, sentir que necesitan inspirar más aire cuando en realidad necesitan menos. La respiración excesiva provoca sensaciones de mareo y de vértigo, así como palpitaciones. No sabiendo esto, es fácil pensar que esas sensaciones son una prueba de que algo en nosotros no funciona correctamente, y ese pensamiento produce aún más ansiedad, lo que refuerza el círculo vicioso. Hay muchas personas que combaten las situaciones que les provocan angustia con una serie de conocidas técnicas pensadas para distraerse de la angustia (relajación, contar hasta diez, beber, etc.). Pueden ser útiles a corto plazo pero en general no resuelven el problema. Veamos qué se puede hacer. En primer lugar, distinguir entre lo "incómodo" y lo "terrible". S probable que para nosotros "terrible" signifique el fin del mundo. La ansiedad no es el fin del mundo. Es incómoda, incluso muy incómoda, pero no es terrible a no ser que así la definamos. Si definimos la ansiedad como una sensación terrible estaremos dando otra vuelta al círculo vicioso. Así pues, para empezar, cuando se sienta angustiado, demuéstrese a sí mismo que la angustia es incómoda, mala, inconveniente, pero no es peligrosa ni es el fin del mundo. En segundo lugar, demuéstreselo en la situación que habría querido evitar. Parece simple, y lo es; pero no es fácil. Recuerde esta distinción, es importante. Se ha acostumbrado a pensar que la ansiedad es terrible y su cuerpo reacciona conforme a esa definición. Cuesta cierto tiempo acostumbrarse a pensar que la ansiedad, aunque muy incómoda, no es terrible. Y todavía pasa más tiempo antes de que el cuerpo reaccione conforme a esta nueva definición. En tercer lugar, hace años se desarrollo un principio que resultó ser muy útil. Lo denominamos "arduo pero no aplastante". Con ello queremos decir que si creemos que una situación nos sobrepasa, quizás es mejor no enfrentarnos a ella todavía. Pero sería un error avanzar demasiado gradualmente y sólo hacer lo que podamos realizar cómodamente. Superar la ansiedad comporta tolerar cierto grado de incomodidad, por lo que es importante enfrentarse al sentimiento de incomodidad y no evitarlo. Para empezar, escogeremos una experiencia que consideremos ardua. Y si no tenemos éxito, pensaremos que es desagradable pero no terrible. Continuaremos aplicando el principio de arduo pero no aplastante. Escoja una situación que le resulte difícil de afrontar, hágalo y practique la actitud que resumimos en la frase "la angustia es una sensación muy desagradable, pero no es terrible". Si teme que le dé un ataque de pánico, recuerde que el pánico tiene una duración muy breve, aunque mientras dura parece interminable. Enfréntese a él con la misma actitud: "Si me coge un ataque de pánico, me ha cogido y ya está; será desagradable, pero no terrible." El control de la respiración como hemos dicho anteriormente es importante. Tenemos que aprender a controlar la respiración. Esto requiere muchísima práctica. La inspiración controlada implica que las inspiraciones son suaves, lentas, regulares y bastante superficiales (no profundas). Inhale por la nariz y exhale por la boca en ciclos regulares. Una frecuencia de doce ciclos por minuto suele ser la apropiada, pero cada uno debe encontrar su propio ritmo respiratorio. Estos ciclos regulan la cantidad de oxígeno que ingerimos, de forma que no aparezcan las sensaciones de vértigo, desmayo o mareo, ni las palpitaciones que conlleva el exceso de oxígeno. La aplicación de estas actitudes antiangustia y de técnicas como la de la respiración controlada desgraciadamente requieren muchísima práctica, pero puede estar seguro de la progresiva mejora que usted sentirá. Creemos que si se siguen estas directrices es posible escapar del círculo vicioso de la angustia. Independientemente del tipo de angustia que experimentemos, ya sea una "angustia social" íntimamente relacionada con un miedo escondido o evidente a cometer errores en público, a perder el amor de alguien, a no estar de acuerdo con los demás, o sea una "angustia de tipo inquietud" provocada por una necesidad de que la vida sea predecible y sin demasiadas dificultades, hemos de aceptar que somos nosotros mismos los que creamos la angustia con nuestros imperativos absolutos. Sigamos la pista de las principales generalizaciones imperativas que crean esa angustia innecesaria. Si a continuación analizamos lógicamente estas generalizaciones descubriremos de dónde surgen y a qué conclusiones nos llevan, invariablemente, veremos que no se basan en ninguna lógica, que impiden vivir felizmente o que no son prácticas a la hora de intentarlo y que conducen a conclusiones indeseables. Hacer este análisis con rigor nos ayudará a abandonarlas. Creemos que la verdadera vida consiste en aprender y ello conlleva asumir riesgos, lo que no nos impide advertir que no es necesario hacer locuras. Se trata de proponerse objetivos que no estemos seguros de conseguir, buscar novedades que no estemos seguros de disfrutar, determinar mediante la experiencia lo que nos gusta y lo que nos disgusta y decidir qué queremos hacer con nuestra vida. No hay otros objetivos vitales que los que cada uno se marca. Lo peor de casi cualquier "desastre" no es tanto lo terrible que sea en sí mismo sino la creencia exagerada en el horror que conlleva.

lunes, 27 de febrero de 2012

LA FELICIDAD

Nuestra felicidad no depende de que nos toque la lotería ni de que todo sea fácil en la vida. Es una cuestión de actitud ante las circunstancias y una semilla que se riega día a día. Aquí tenemos 40 consejos para ser feliz. Son realistas, sensatos y gratuitos, todos los podemos realizar y sus resultados pueden ser mágicos. ¿Lo intentamos?. 1. Camina de 10 a 30 minutos todos los días. Mientras camina, sonríe 2. Siéntate en silencio por lo menos 10 minutos cada día. Enciérrate si es necesario 3. Escucha buena música todos los días, es auténtico alimento para el espíritu 4. Al levantarte en la mañana di lo siguiente: Mi propósito hoy es … 5. Vive con las 3 “E”: Energía, Entusiasmo y Empatía 6. Juega más juegos que el año pasado 7. Lee más libros que el año pasado 8. Mira al cielo al menos una vez al día, date cuenta de la majestuosidad del mundo que te rodea 9. Sueña más mientras estás despiert@ 10. Come más alimentos que crezcan en los árboles y en las plantas y menos alimentos que sean manufacturados en plantas industriales o que requieran un sacrificio 11. Come arándanos y nueces. Toma té verde, mucha agua y una copa de vino al día (asegúrate de brindar con ella por algo hermoso de lo mucho que hay en tu vida y, de 12. Compañía de quien AMAS. 13. Trata de hacer reír a por lo menos 3 personas cada día 14. Elimina el desorden de tu casa, tu auto y tu escritorio y deja que nueva energía fluya en tu vida 15. No gastes tu precioso tiempo en chismes, cosas del pasado, pensamientos negativos o cosas fuera de tu control. Mejor invierte tu energía en lo positivo 16. Date cuenta que la vida es una escuela y tú estás aquí para aprender. Los problemas son lecciones que van y vienen, lo que aprendes de estos es para toda la vida 17. Desayuna como rey, come como príncipe y cena como mendigo 18. Sonríe y ríe más 19. No dejes pasar la oportunidad de abrazar a quien aprecias 20. La vida es muy corta como para desperdiciar el tiempo odiando a alguien 21. No te tomes a ti mismo tan en serio. Nadie más lo hace 22. No tienes que ganar cada discusión. Acepta que no estás de acuerdo y aprende del (de la) otr@ 23. Estate en paz con tu pasado, así no arruinará tu presente 24. No compares tu vida con la de otros. No tienes idea del camino que ellos han andado en la vida 25. Nadie está a cargo de tu felicidad excepto tu mismo 26. Recuerda que tu no tienes el control de todo lo que te sucede, pero sí de lo que haces con ello 27. Aprende algo nuevo cada día 28. Lo que la demás gente piense de ti no es de tu incumbencia 29. Aprecia tu cuerpo y disfrútalo 30. No importa que tan buena o mala sea la situación, ésta cambiará 31. Tu trabajo no se ocupará de ti cuando estés enfermo. Tus amigos sí lo harán. Mantente en contacto con ellos. 32. Desecha cualquier cosa que no sea útil, bonita o divertida 33. La envidia es una pérdida de tiempo. Tu ya tienes todo lo que necesitas 34. Lo mejor está aún por venir 35. No importa cómo te sientas, levántate, vístete y asiste 36. Ten sexo maravilloso, siempre con plenitud de tu ser 37. Llama a tus familiares con frecuencia y mándales correos diciéndoles: ¡estoy pensando en ti! 38. Cada noche antes de acostarse di lo siguiente: Doy gracias por … Hoy logré o conseguí … 39. Recuerda que estás demasiado bendecido como para estar estresado 40. Disfruta del viaje. Sólo tienes una oportunidad, sácale el mayor provecho
Me gustaría este fuera mi sitio de LIBERTAD, donde poder decir aquello que yo pienso y tu CALLAS.




LA VOZ DEL SILENCIO Headline Animator