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lunes, 16 de mayo de 2011

MOBBING

MOBBING

Aunque el concepto es relativamente reciente el fenómeno, en sí, fue estudiado por el etólogo Konrad Lorenz porque observó el comportamiento de determinadas especies animales constatando que en ciertos casos los individuos más débiles del grupo se coaligaban para atacar a otro más fuerte. Para definir esta situación se utilizó el verbo inglés “to mob” que se define como atacar con violencia. Una publicación de 1976, relacionada con el mobbing en el mundo laboral, hacía referencia al Trabajador hostigado (Brodsky, 1976). En este libro, por primera vez, se estudiaron casos de Mobbing.
Sin embargo, Brodsky no estaba directamente interesado en analizar estos casos, ya que fueron presentados conjuntamente con accidentes laborales, estrés psicológico y agotamiento físico, producidos por horarios excesivos, tareas monótonas, etc. Este libro se centró en la dureza de la vida del trabajador de base y su situación, problemas que hoy se abordan desde la investigación sobre estrés.
Debido a su compromiso socio-médico y a una insuficiente distinción entre situaciones laborales estresantes, el libro, escrito bajo la influencia del clima socio-político de finales de los 60 y principios de los 70, apenas tuvo ninguna influencia. La investigación sueca de principios de los 80 se produjo sin conocimiento de la obra de Brodsky. La razón fue, por el contrario, la promulgación en 1976 de una nueva ley de condiciones de trabajo en Suecia, y un fondo nacional de investigación que permitió grandes posibilidades de abordar nuevas áreas de investigación relativas a la Psicología del Trabajo.
En España el concepto se tradujo por Acoso Laboral ya sea físico o psicológico, acoso grupal u acoso institucional. El concepto, según define González de Rivera en su libro Cómo defenderse del Mobbing y otras formas de acoso, se aplica a situaciones grupales en las que una persona es sometida a persecución, agravio o presión psicológica por una o varias personas del grupo a que pertenece, con la complicidad del resto.

El caldo de cultivo del mobbing, aunque no hay sitio estándar, sí que se aprecia, en los estudios realizados, que aparece con más frecuencia en empresas grandes, con más de 50 empleados y muy especialmente en universidades y hospitales. Las razones de que se produzca en los centros de enseñanza superior podrían ser porque para acceder a puestos de responsabilidad y poder el proceso está sometido a votación personal.
El profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, Iñaki Piñuel, especialista en mobbing publicó en su libro "Mobbing: Cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo" el cuestionario CISNEROS (Cuestionario Individual sobre Psicoterror, Negación, Estigmatización y Rechazo en Organizaciones Sociales).
El Informe Cisneros es el más completo realizado hasta el momento en España. Utiliza una muestra general y no especifica a un sector determinado aunque existen variantes aplicados al sector de la enfermería hospitalaria y al sector turístico.
El informe se aproxima el fenómeno del acoso moral o mobbing desde una variada batería de preguntas. Antes de responder a las preguntas los encuestados pasan por un proceso que intenta asegurar que entienden lo que se les está preguntando. Según se formule la pregunta y según sea el grado de desglose de la misma los resultados variarán.
El profesor Piñuel considera, que el acoso, se produce, sobre todo, en los casos en los que no se puede despedir a un trabajador, bien porque es funcionario público, o porque su prestigio y su capacidad de trabajo harían improcedente el despido.
El inicio del acoso suele empezar de forma anodina, como un cambio repentino de una relación que hasta el momento se consideraba neutral o positiva. Suele coincidir con algún momento de tensión en la empresa como modificaciones organizativas, tecnológicas o políticas. La persona que sufre el mobbing comienza a ser criticada por la forma de realizar su trabajo, que por otro lado, hasta el momento era bien visto. Al principio, las personas acosadas no quieren sentirse ofendidas y no se toman en serio las indirectas o vejaciones. No obstante, la situación resulta extraña para la víctima porque no entiende lo que está pasando y tiene dificultad para organizar conceptualmente su defensa.

MUSICA

domingo, 15 de mayo de 2011

LOS TREPAS


LOS TREPAS

El trepa responde a la figura de un individuo que se aprovecha y utiliza a un tercero para un beneficio propio. El trepismo se da cuando alguien quiere mejorar sus condiciones de trabajo y llegar lo más arriba posible sin importar los medios que utilice para conseguirlo, su objetivo es subir sin importar cómo.

Es muy difícil descubrirlos, el trepa nunca va a compartir información con el trepado aunque sí va a intentar sacarle toda la que pueda. Por ello, no le importa pisotear a los demás, desacreditarles y mentir sobre ellos con tal de llegar a donde pretende.

Este tipo de situaciones se da con más frecuencia en empresas poco organizadas o con pocos puestos de dirección y muchos empleados que persiguen con insistencia ascender.

También es cierto que hay empresas cuyos jefes promueven este tipo de conductas entre sus empleados porque piensan que es bueno para el crecimiento de la empresa, cuando en realidad es al contrario.
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Su forma de actuar es muy sutil. El trepa suele utilizar el rumor para difundir comentarios que puedan dañar o desacreditar al otro, suele apropiarse de las ideas y éxitos de los demás.

Su primer objetivo es desacreditar a los que pueden sobresalir por encima de él. Se dedica a hacer la vida imposible a su víctima controlándola, manipulándola, humillándola, difundiendo rumores negativos sobre ella, utiliza la desacreditación y descalificación muy sutilmente.

Es muy frecuente que la víctima llegue a creer que tiene mala imagen entre sus compañeros, dude de su capacidad de trabajo, empiece a cometer errores que antes nunca había cometido, piense que está siendo juzgada por todos los que le rodean, etc. El efecto es tan destructivo que llegan a plantearse abandonar el puesto de trabajo.

Aparentemente suele ser una persona agradable y dócil pero bajo esta apariencia se esconde una personalidad dependiente, insegura, que no soporta a nadie que le haga sombra o pueda destacar más que él. El trepa es prepotente, carece de empatía, es celoso, desconfiado y necesita sentir que todos le admiren.

La relación con sus compañeros suele ser superficial y centrada en los intereses. Aunque aparentemente parece que es el que más trabaja de la empresa, en realidad no es así ya que todo su esfuerzo está centrado en desacreditar a su rival, destacar ante el jefe o intentar relacionarse con aquellas personas que le pueden ayudar a conseguir su objetivo.

Las personas que son atacadas por un trepa acabarán sufriendo estrés, insomnio, jaquecas, problemas digestivos, desmotivación, angustia, etc.

Trabajar con un trepa también tiene consecuencias para la empresa. Este tipo de personas rompen la armonía y buen ambiente laboral, hacen que los demás acaben rindiendo menos, disminuya su efectividad, aumente el absentismo laboral, etc.
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Reconocer y detectar a un trepa no es fácil pero suele ser evidente con el paso del tiempo, tanto por la actitud como por los resultados tanto del trepa como de su posible víctima, con lo cual ante esto, solo cabe plantearse como actuar frente a este tipo de personajes.

Tenemos que determinar con la mayor claridad posible en qué nos está afectando y en qué nos puede llegar a afectar, así como nuestro grado de aceptación y sumisión para poder convivir con la situación.

Lo más importante es mantener el equilibrio psicológico y no perder la calma. Son varias las formas de actuar y no es fácil. Lo primero es estar muy convencido de la estrategia a seguir y mantenerse muy firme. Para ello hay que armarse de grandes dosis de paciencia y, sobre todo, intentar evitar implicaciones emocionales.

La mejor técnica antes de actuar es la observación, es decir contemplar todo lo que ocurre, tomar nota, conseguir pruebas, conocer perfectamente al trepa y después actuar.

No es aconsejable luchar contra él sino actuar con discreción. Afronta los problemas y conflictos, contesta cuando sea necesario y si es posible con ciertas dosis de paciencia y sentido del humor; la mejor arma es sonreír. Además de desorientar y desconcertar al trepa, facilita la convivencia.

Intenta hacerte con pruebas de lo que él está haciendo y toma notas. Si es posible, intenta que otras personas estén delante cuando el trepa esté actuando ya que lo mejor es hacer que los demás vean como actúa, descubrirlo en publico, que todos sepan lo que es capaz de hacer.

Intenta seguir trabajando como siempre, no dejes que nadie te pisotee. Procura tener sentido del humor y relacionarte con otros compañeros de trabajo para que la jornada laboral sea más llevadera.

Ten cuidado con la información que posees, procura que el trepa no tenga acceso a ella, vigila la agenda, los informes, documentos personales, etc. Debes ser prudente a la hora de hablar y dar información. Cuanta menos información ofrezcas, mejor.

Conviene aclarar que es muy diferente que el trepa sea un jefe, a que uno sea jefe del trepa o se esté al mismo nivel:

- Si somos jefes, siempre en función de la estructura de nuestra empresa, deberemos determinar en qué grado estamos basando nuestro liderazgo: en relaciones interpersonales, en delegación de funciones, asignación de tareas, qué tipo de estructura estamos desarrollando, y en qué nivel está posicionado el trepa. A partir de ahí, se debe intentar no sólo dosificar el intercambio de información con el trepa sino la asignación de funciones.

Que el trepa sea conocedor de que somos conscientes de la situación, bien de una forma directa o por medio de acciones indirectas, llegará a hacerle cambiar de actitud, aunque de forma temporal, por lo que no debemos bajar nuestro nivel de observación y periódicamente revisar nuestras posturas.

- Si el trepa es un jefe, la actitud, siempre dentro de las normas de la empresa, pasa por ampliar el numero de interlocutores de todas nuestras acciones y trabajos. Haciendo que un mayor numero de personas y compañeros sepan de nuestro trabajo, no sólo estamos dando a compartir más información, sino que estamos haciendo saber cuál es el origen de ese trabajo, lo cual va cerrando puertas para que se asignen nuestros esfuerzos.

- Esto mismo es aplicable en caso de que el trepa sea de nuestro nivel o parecido. Con un enfrentamiento directo, el cual apetece, nos pondríamos en evidencia, y más demuestran las acciones que las palabras. En cualquier caso, provocar al trepa a que tome iniciativas y que las desarrolle el solo, analizando los resultados de forma individual, hará evidente al grupo la actitud de cada miembro.

Es aconsejable intentar desconectar del trabajo fuera de la jornada laboral, realizar actividades fuera del trabajo, hacer deporte, buscar hobbies, practicar la relajación, rodearse de personas que nos hacen sentir bien, etc.



Nota: Ya veis que cosas, pasan pero en estos tiempos pasan estas cosas y peores, los trepas tanto hombres y mujeres ES UNA LACRA PARA ESTA SOCIEDAD y encima

tenemos que convivir con estos ESPECIMENES.

Me gustaría este fuera mi sitio de LIBERTAD, donde poder decir aquello que yo pienso y tu CALLAS.




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