Seguidores

miércoles, 26 de octubre de 2011

NUNCA MAS

TOLERANCIA CERO CON LA VIOLENCIA, TODAS LAS VIOLENCIAS DE GENEROS. Lo que nunca se podrá justificar es la persecución inquisitorial contra hombres inocentes que no cometieron delito y han sido juzgados y algunos condenados injustamente. La Ley de Violencia de Género se convirtió en una Ley del POR SI ACASO, jueces y juezas se sentían señalados por la presión mediática, quizás no fueron lo suficiente valientes para tomar decisiones más justas, temiendo a los/las fiscales inquisitoriales que marcaban una senda única en la que antes de nada, al hombre se le acusa y se le marca socialmente llevando a muchos de ellos a la ruina e incluso al suicidio. La historia sigue y CONTINUAN apareciendo DENUNCIAS FALSAS, la parte positiva es que las mentirosas comienzan a ser castigadas con cierto rigor. Cuentan que hace unos 2.000 años vivió un hombre sencillo, humilde, pobre, amigo de sus amigos y según dicen también amigo de sus enemigos. No cabía en él posibilidad alguna de hacer daño a nadie, ni a semejantes ni a ninguna criatura viviente. Sin embargo sus ideales lo colocaron en el punto de mira de una minoría de la sociedad, una minoría que por entonces era muy poderosa, y pensaban que este hombre venía a molestarles y a desbancarlos de sus cómodos tronos de poder. Tal hombre les resultaba incómodo, no comulgaba con las ideas impuestas por la minoría y por si acaso debían eliminarlo. Cuentan que a ese hombre lo señalaron con el dedo, lo detuvieron, lo maltrataron, lo humillaron y como esto no les pareció suficiente, lo crucificaron. El hombre tenía una madre, que también era humilde, sencilla y pobre. Ella era toda bondad y amor hacia su hijo. Vio como su hijo era detenido, maltratado y crucificado. Dicen que lloró lágrimas de sangre, de nada sirvieron sus súplicas para que perdonaran a su hijo. El único delito cometido fue ser un hombre que amó a sus semejantes y que reclamaba justicia. Hoy mismo después de esos 2.000 años las cosas no han cambiado mucho. Hoy me he enterado de que a otro hombre lo han detenido, humillado, maltratado y crucificado hasta su muerte. Hoy mismo su madre también ha llorado lágrimas de sangre al ver a su hijo crucificado y no poder hacer nada por EL. El único delito de su hijo, SER HOMBRE Mujeres QUERULANTES, ya existen mujeres y hombres que no van a permitir NI UNA FALSEDAD MAS, con vuestras mentiras perjudicáis a las verdaderas MUJERES MALTRATADAS.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola José Manuel.
He leído tu artículo,me ha gustado mucho.La verdad es que no nos percatamos de las injusticias diarias.Ni los hombres son todos unos demonios,ni las mujeres somos todas unas santas,esperemos que cada día mejore la justicia y cada cual reciba lo que merece.Gracias......

Me gustaría este fuera mi sitio de LIBERTAD, donde poder decir aquello que yo pienso y tu CALLAS.




LA VOZ DEL SILENCIO Headline Animator